martes, 7 de diciembre de 2010

Enjoy Death

Llamaba a las puertas de la muerte con la ansiedad de una niña exploradora. Vociferaba su nombre como un amante despechado, implorando sus caricias y sus besos de calavera fría: fundirme en su abrazo de sueño eterno. Ella… ¿ella? una atractiva mujer fatal que sensualmente llama prometiendo recibirnos con los brazos abiertos; una figura seductora que, cual sirena, cautiva con su trova llena de dulces promesas. ¿Y si fuese un chico? un muchacho dulce y viril en cuyos brazos fuertes seamos capaces de hallar, en el paroxismo de un orgasmo, el placer de morir.

¡Pero cariño! El puñal no llega a mi corazón y el veneno se vuelve agua al tocar mis labios, creo que me acostumbre a sobrevivir y, sin embargo, tengo serios problemas para aprender a vivir. Pero... ¿Sabes? ¡Yo quiero vivir! Necesito vivir para desear con frenesí a la muerte. Necesito vivir para correr con fuerza tras ella, para que no pueda escapar de mí... Para poder, por fin, poseerla como corresponde a dos tiernos amantes que se desean.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerda que estamos en contacto.

saludos!

Viendo tus letras encontré un ambiente de calaveras.

Edward dijo...

tu amplio vocabulario le da mas belleza al poema ,segundo se nota que muchos de los temas estan reflejados en la desesperación y la locura ,en verdad te felicito y espero leer mas de tus creaciones.