viernes, 17 de diciembre de 2010

Alarido

Las noches no son lo suficientemente largas y las estrellas no alcanzan para pedir todos mis deseos… tus abrazos tampoco alcanzan a cubrirme y mi sonrisa ya no es lo bastante creíble. Es que no soy lo suficientemente valiente como para gritar tu nombre cuando te necesito y solo queda retumbando en mi cabeza… es obvio que no me escuchas llamarte... pero ¿como culparte si soy yo la que no grita? ¿Como evito ahora que llegue la mañana y que su luz descubra mis mentiras?

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