lunes, 17 de octubre de 2011

Fallacia

Y en verdad no me importa...

Nunca nadie escuchará completamente lo que tengo que decir y tampoco nunca nadie lo leerá… porque… ¿sabes cariño? Aunque las letras me desnuden a veces, no les creas todo… a veces miento, a veces exagero, es que… ¿sabes? Quise tener un diario de vida… hasta que me di cuenta que mi vida no valía la pena ser contada y tuve que inventarme otra… con otras penas y alegrías y, otra vez, callarme las mías.

Recuerdo que alguien me decía... ¿cómo es posible mentirle a quien se quiere? Discrepo. ¿Cómo es posible no mentirle? ¿Cómo es posible no inventarle un mundo fantástico solo para ver una chispa de felicidad en sus ojos? Te voy a mentir… y mucho... pero nunca te haré sufrir… Eso te lo prometo… esa es la única verdad que te garantizo.

2 comentarios:

Manuel Castillo Rojas dijo...

No puedo decir mucho...solo que me encantó!!

Pablo dijo...

Primero, gracias por tu comentario acerca de stand by me, que es temón...

Segundo: la fallacia se vuelve engañosa (como la mentira, es medio redundante...).

Saludos